Consejos para guardar y conservar el aceite de oliva
Introducción
El aceite de oliva es uno de los alimentos más populares y utilizados en la gastronomía mediterránea. Su sabor y aroma son incomparables y aporta una gran cantidad de beneficios para la salud. Al tratarse de un producto natural, es importante conocer los cuidados que debemos tener para mantener su frescura y evitar que se deteriore con el tiempo.
En este artículo os daremos una serie de consejos para guardar y conservar el aceite de oliva.
1. Almacenamiento
El primer paso para mantener nuestro aceite de oliva en buen estado es el almacenamiento. Lo ideal es guardar el aceite en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar y de fuentes de calor. En casa, lo mejor es elegir un armario o despensa que no esté en la cocina, pues en esta zona suele ser más frecuente la exposición a fuentes de calor y humedad.
Este lugar debe estar alejado de productos con olores fuertes, ya que el aceite de oliva puede absorber fácilmente estos aromas y alterar su sabor. Además, es importante protegerlo de la luz, pues esta acelera el proceso de oxidación del aceite.
2. Envase
El tipo de envase en el que se guarda el aceite de oliva puede influir en su conservación. Lo más recomendable es usar botellas de vidrio oscuro, que protegen el aceite de la luz solar y no alteran su sabor. Las botellas de plástico y las de vidrio transparente no son tan eficaces, ya que no protegen el aceite de la luz.
Es importante también cerrar bien el envase después de cada uso para evitar que el oxígeno entre en contacto con el aceite y acelere su oxidación. Si el envase no se cierra correctamente, el aceite se oxida y sufre cambios en su sabor y aroma.
3. Fecha de caducidad
El aceite de oliva tiene una fecha de caducidad, que es aproximadamente de dos años desde su producción. Es importante revisar esta fecha antes de comprar el aceite y asegurarse de consumirlo antes de que caduque. Si el aceite se consume después de la fecha de caducidad, puede estar rancio y alterar su sabor y aroma.
4. Cantidad a comprar
Es recomendable comprar la cantidad justa de aceite de oliva que necesitamos para evitar que nos sobre y tengamos que guardarlo durante mucho tiempo, lo que puede afectar a su sabor y aroma. Además, al comprarlo es importante revisar la fecha de caducidad para asegurarnos de que el aceite es fresco y conserva todas sus propiedades.
5. Uso frecuente
La mejor forma de conservar el aceite de oliva es usándolo con frecuencia. De esta manera, evitamos que se quede acumulado durante mucho tiempo en el envase y se deteriore. Si no se usa con frecuencia, es recomendable que lo consumamos lo antes posible para evitar que se oxide y pierda sus propiedades organolépticas.
6. Congelación
En caso de que tengamos que guardar una gran cantidad de aceite de oliva durante mucho tiempo, podemos optar por congelarlo. Para hacerlo, debemos envasarlo en un recipiente hermético, ya que el aceite puede absorber los olores del congelador. Si lo almacenamos en el congelador, la temperatura debe ser inferior a los 0ºC.
Cuando queramos utilizar el aceite de oliva congelado, debemos dejarlo descongelar a temperatura ambiente y evitar calentarlo en el microondas o directamente en la sartén.
7. Cuidado a la hora de usarlo
Por último, es importante cuidar el aceite de oliva también en el momento de uso. No debemos calentarlo demasiado, pues esto puede provocar su oxidación y afectar a su sabor. Además, es recomendable que lo utilicemos en el momento de cocinar y no lo dejemos en la sartén después de haber cocinado, ya que esto también puede alterar su sabor y aroma.
Conclusiones
En resumen, el aceite de oliva es un alimento fundamental en la gastronomía mediterránea y es importante cuidarlo y conservarlo correctamente para mantener sus propiedades organolépticas y su valor nutricional. Para hacerlo, debemos almacenarlo en un lugar fresco y seco, en un envase adecuado, revisar su fecha de caducidad, consumirlo con frecuencia y evitar calentarlo en exceso. De esta forma, conseguiremos que nuestro aceite de oliva se mantenga fresco y en perfectas condiciones durante más tiempo.